@Juannutt
Un buen Caddie puede ser la diferencia entre ganar o perder
un torneo. Entre las responsabilidades cotidianas de un Caddie están mantener
los palos limpios, tener las pelotas preparadas en el driving range, arreglar
los piques y divots, mantener los guantes secos, tener la hidratación y comida
a mano; generalmente cuando un jugador profesional llega a su pelota, el caddie
suministra distancia a la bandera y al borde del Green más cercano detrás o
antes de la bandera, ayuda a visualizar el golpe para buscar una línea de
referencia por donde la trayectoria ideal debe ir y así obtener el mejor
resultado… pero para mí, la función más importante del caddie es mantener al
jugador enfocado y relajado en los momentos difíciles; es muy fácil ver como
bajo presión el jugador tiende a acelerarse y tomar decisiones equivocadas, es
allí donde el Caddie es la UNICA persona que según las reglas puede asesorar al
competidor para que tome decisiones en su juego. Hemos visto errores en los
hoyos finales, como lo hizo Van de Velde en el Abierto Británico de 1999
concluyendo con un 7 el último hoyo para eventualmente perder el torneo que ya
tenía ganado, o Mickelson en el Abierto de Estados Unidos del año 2006 cuando
perdió el chance luego que tomó la decisión errada en la salida del hoyo 18.
Este tipo de pifias yo las atribuyo en mayor proporción a los caddies, que
pudiendo ver “desde afuera” los acontecimientos, no lograron que su jugador
tomara las decisiones estratégicas correctas en momentos importantes donde la
presión y la ansiedad los cegaban momentáneamente. Es por esto que un buen
Caddie es muy difícil de conseguir, y la gran mayoría de ellos están en el PGA
Tour donde reciben la mejor compensación. Los honorarios de los Caddies profesionales
son generalmente variables de acuerdo a los resultados de la competencia, un
acuerdo común consiste en un monto fijo para cubrir los gastos de la semana
(alrededor de $1500), y un porcentaje del premio dependiendo de la posición que
finalice el jugador esa semana, siendo 10% del cheque del primer lugar, 7%
entre los primeros diez lugares y 3% en cualquier otra posición si hace el
corte clasificatorio. Hay otros jugadores que llegan a acuerdos anuales con sus
Caddies, donde reciben montos fijos mensuales y bonos contra resultados a final
de año. Ser Caddie es un trabajo duro, difícil y poco reconocido, pero es parte
fundamental e indispensable del equipo que rodea a un jugador de golf profesional.
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